Mi primer contacto con temas de gestión fue justo después de salir de la universidad y habiendo entrado a trabajar. Fui entrenado y capacitado en diferentes temas, varios relacionados con la gestión.
Unos años más adelante me encontraría profundizando en el tema y al día de hoy lo he hecho por más de 25 años. Curiosamente, conforme uno va estudiando el tema, buenas prácticas y las «modas» más actuales, después de un tiempo, empiezas a encontrar algunas coincidencias. Eventualmente, he llegado a la conclusión de que en algunos temas, cada cierto tiempo sale un nuevo «especialista gurú» a contarnos una nueva historia de algo que ya sabíamos, o más bien de algo que ya se sabía y a la mejor nosotros, en nuestra generación, no lo sabíamos.
Uno de mis primeros contactos con la administración fue a través de los sistemas de gestión, concretamente el QS-9000 (1995), una especie de ISO 9001 (1994) con esteroides para la industria automotriz y de autopartes. Dicha norma en sus apartados establece que la organización a través de la alta dirección debe de proveer recursos, incluidos la gente. Además, dicha persona debe estar calificada para realizar las tareas.
Hoy puedo decir que lo que solicitaba la norma era tener a la persona correcta en la tarea correcta a fin de garantizar la calidad. Con el paso de los años me encontré con los escritos de diferentes especialistas que mencionaban algo similar:
- Peter Drucker (1909-2005), el gurú y especialista en temas de gestión, refiere en su obra que el General George C. Marshall (1902-1945) a la hora de seleccionar personal, primero analizaba la tarea y luego buscaba que la persona y la tarea empataran correctamente.
- El mismo Drucker refiere que Alfred Sloan (1875-1966), ex directivo de GM, decía que «si no gastamos 4 horas en ubicar correctamente a una persona tendremos que gastar 400 horas en limpiar los destrozos causados por nuestra equivocación».
- Marcus Buckingham (2005), otro especialista en temas de liderazgo y gerencia, comenta que «la labor (del gerente) consiste en estudiar la diversidad de talentos, destrezas, conocimientos, experiencias y metas de cada persona y con base en ellos, diseñar un futuro específico en el cual la persona pueda tener éxito».
- Buckingham agrega que «algunos gerentes alegan no tener tiempo suficiente par elegir a las personas indicadas para su equipo…Los buenos gerente conocen la imprudencia de esa manera de proceder.»
Todos refieren, de un modo u otro, que la importancia de seleccionar al personal y que sea competente para la tarea es fundamental. Si investigamos encontraremos muchos otros tantos personajes que hacen referencia, en una forma u otra, a lo mismo. ¿Y esto es nuevo? Ciertamente que no.
En días pasados me di a la tarea de publicar en redes sociales algunas citas de «Sabiduría Samurai» que me he encontrado a lo largo del tiempo y que transcribo a continuación:
- «Las personas dotadas de sabiduría e inteligencia tienen perspicacia a la hora de emplear a los demás. Existe una costumbre extendida de emplear una persona para todo cuando se considera que es buena. Si empleas a un guerrero para un cargo civil, o haces embajador a un mal orador, o pones a un hombre poco agudo en un puesto donde requiere inteligencia, con ese desajuste puedes echar a perder toda la vida de esa persona» – Shiba Yoshimasa (1349-1410)
- «Cuando el maestro carpintero dirige a los obreros, conoce sus diversos niveles de capacidad y les asigna las tareas apropiadas… Cuando el maestro carpintero ejerce el discernimiento en la asignación de tareas, el trabajo progresa sin dificultad.» – Miyamoto Musashi (1643)
- «En la técnica del orden disciplinado intervienen los principios para seleccionar a los oficiales, para repartir las tareas según las capacidades. Así, cuando se pone al mando a las personas adecuadas, la formación de batalla ya está hecha.» – Nagamuna Muneyoshi (1635-1690)
- “Los nombramientos son fáciles si te esfuerzas a la hora de hacer la selección…Para que el arte del buen gobierno se extienda por el país, la clave es la selección adecuada para los nombramientos.” – Takayama Kentei (1761-1764)
- “Los asuntos de una nación son múltiples. Aunque haya en la cúspide un jefe ilustrado, es imposible que el conocimiento de un individuo abarque todo lo que bañan los mares. Por eso seleccionamos a personas inteligentes y les damos cargos y les asignamos tareas en función de sus capacidades…Para que el arte del buen gobierno se extienda por el país, la clave es la selección adecuada para los nombramientos.” – Takayama Kentei (1761-1764).
Leyendo cuidadosamente las fechas, encontramos que estas recomendaciones, todas encaminadas a la buena selección de la gente datan de hace casi 500 años atrás. ¡No es nada nuevo! A la mejor tú no lo sabías, yo no lo supe en una época de mi vida y a lo largo de los años me he topado con empresas micro, pequeñas y grandes, familiares y corporativas que incumplen sistemáticamente con estas recomendaciones, pasadas y actuales.
¿Entonces por qué debemos continuamente recordarnos lo que ya sabemos a lo largo de cientos o miles de años? Hay una frase que lo resume muy bien:
«Todo lo que necesita haberse dicho ya ha sido dicho. Pero como nadie estaba escuchando, debe de decirse nuevamente.»
Andre Gide
Entre más estudio, asesoro, capacito y entreno mandos y gerentes, entre más observo y reflexiono sobre las acciones de los mandos y gerentes sobre la gente y otros temas de gestión, llego a la conclusión de que hay fundamentos que superan la barrera del tiempo, pero que no son escuchados y, generación tras generación, debe de surgir una nueva voz que hable el lenguaje de la generación en turno y defienda el caso de dichos fundamentos con argumentos renovados. Todo con la esperanza de que alguien, ahora sí, preste atención a lo que ya sabemos.
El tiempo me ha enseñado, que en temas de administración y liderazgo, en relación a los fundamentos, simplemente parece que no hay nada nuevo bajo el sol, solo nuevas formas de explicar lo mismo. Eso sí, en cada generación encontraremos a muchos que no hicieron caso de lo que ya se sabía, pero a la mejor ellos desconocían.
La historia nos enseña muchas cosas, el reto es diferenciar las modas de los fundamentos.