A lo largo de los años he buscado formas de explicar a gerentes y directores diferentes conceptos de la gestión, el liderazgo, habilidades gerenciales, etc.
En esta ocasión les voy a contar sobre el círculo dentro de un cuadrado. Y cómo hacen los gerentes para lograr tal hazaña (no con buenos resultados, pero sí de manera frecuente).
Seguramente ustedes al igual que yo conocen o han visto esos juegos de niños en el cual se tiene un cubo que en sus lados tiene perforadas diferentes figuras geométricas, tales como un círculo, un triángulo, un cuadrado, etc. Los niños pequeños aprenden poco a poco, por ensayo y error a introducir la pieza por la perforación que cuenta con la forma con la que embona perfectamente. Es un caso vano, tratar de meter un círculo en un cuadrado.
Sin embargo, en la selección del personal en las empresas, las cosas no funcionan así de bien. Imaginemos por un momento que tenemos un puesto, cualquier que sea y vamos a dibujar un pequeño cuadrado que representa ese puesto.
Ahora, imaginemos que tenemos 3 candidatos y a cada uno de ellos, en base a sus competencias (habilidades, conocimientos, perfil, fortalezas, etc.) les vamos a asignar una figura geométrica. A dos de ellos, sus competencias no son las adecuadas para el puesto (cuadrado), así que les asignaremos un triángulo y un círculo. Al tercer candidato que es lo más cercano a lo que buscamos le asignaremos un cuadrado (sí, igual que el puesto).
Entonces ahora la pregunta es ¿cuál candidato escogerías? Si diéramos este problema a un niño de preescolar y le pudiéramos explicar lo que es un puesto y un candidato, en base a su experiencias con los juegos, estoy seguro que rápidamente escogería al cuadrado para meterlo, ¡así es, en el cuadrado! Es lo obvio, es lo lógico, es lo que funciona.
Desgraciadamente, me he encontrado en ocasiones a gerentes, mandos medios y directivos que escogen a sus candidatos no según su capacidad para empatar con el puesto, sino por que «les caen bien», «porque hacen clic con él», «porque este si los entiende y piensa como ellos.»
En más de una ocasión, derivado de ello, he visto, a lo largo de los años, a gente desempeñarse mal y ser retirados del puesto, inclusive despedidos, cuando desde el principio sabíamos que no era una buena elección para el puesto.
Lo cierto es que aún se contrata por confianza, por empatía. Entre más se parece a mí (gerente), mejor será la persona (pensamos). Si tiene o no las competencias para el puesto queda, generalmente, en un segundo plano.
En más de una ocasión yo he dicho:
«¿Qué se necesita para meter un círculo en un cuadrado? Simple, basta con la firma de un gerente (o directivo).
Luis Iturriaga
Y tú ¿metes círculos en cuadrados? Por que eso es un ejercicio vano. Sobre todo los esfuerzos para tratar de convertir a la persona en lo que no es. ¿Te ha funcionado? ¿Has tenido que quitar de su puesto a alguien que seleccionaste porque te caía bien y no porque empataba con el puesto?
4 respuestas a “Cómo meter un círculo en un cuadrado”
También puede aplicar a conocerse uno mismo: si somos círculo, pero buscamos vehementemente un puesto de triángulo o de cuadrado, pues tampoco vamos a tener una carrera próspera, y corremos el riesgo de devaluarnos. Entre otros riesgos.
Totalmente de acuerdo. De ahí la importancia de conocer nuestras fortalezas primero. http://luisiturriaga.com/2019/02/15/superpoderes-y-kriptonita/
Qué tal Luis?
Es siempre un gusto poder leer tus artículos. Totalmente de acuerdo. Están también los casos en que las Empresas no saben «la forma» del puesto. Contratan y por probabilidades aciertan y creen que el proceso de contratación funciona!!!! Como dicen aquí, de chiripa. Un abrazo
Totalmente de acuerdo Marcelo. Ese punto que comentas es otro componente de la compleja ecuación: «El diseño del puesto». Y como bien dices, a veces ni si quiera existe el puesto y se les contrata.
Y no se diga de esos puestos imposibles de cumplir: http://luisiturriaga.com/2019/01/08/puestos-alebrije-y-creadores-de-viudas/
Un saludo y gracias por comentar.