Es muy probable que tu leas mis publicaciones y en ocasiones estés de acuerdo y en otras en desacuerdo. Existen algunas personas que expresan estar de acuerdo y, alguna vez, alguien expresa estar en desacuerdo.
Las razones por las que una persona puede estar en desacuerdo son muy variadas e inclusive justificadas. La cosa es que no nos gustar escuchar dicho desacuerdo. Ya sea que se expresa de manera no apropiada o porque simplemente nos vuelve vulnerables al cuestionar nuestros puntos de vista.
Los americanos tienen una frase «let’s agree to disagree» que se traduce, más o menos, como el título de ésta publicaciones: «acordemos estar en desacuerdo».
Y es que la probabilidad es grande de que nuestros argumentos no sean del agrado o no hagan sentido para algunas, o muchas, personas. El reto es cómo reaccionamos.
Yo no era muy bueno para reaccionar con la gente que estaba en desacuerdo con lo que yo pensaba o creía. Con el tiempo he ido aprendiendo que no siempre es correcto reaccionar del modo que lo hacía.
En una ocasión tuve una molestia pues un maestro considero que yo había realizado algo que yo no había hecho. Creo que me contuve, pero no reaccioné de la mejor manera. Hubo muchos momentos así que encendieron mi pólvora.
En otra ocasión tuve un jefe y tuvimos una diferencia (respecto a una regla de tres). En retrospectiva creo que fui muy intolerante, inclusive tal vez orgulloso y pedante. Aunque en aquel momento no lo vi así. Hoy muchos años después, habría reaccionado diferente.
Conforme pasó el tiempo y fui aprendiendo de inteligencia emocional, liderazgo, comunicación, negociación y demás mis reacciones mejoraron. No voy a cantar victoria todavía, aunque creo que, en retrospectiva, ha habido mejora.
¿Y en qué consiste esta mejora?
- Reconocer que padezco de la maldición del conocimiento y, a veces, pienso que los demás saben y entienden lo mismo que yo. Ahora ya no hago esa suposición y eso me ha evitado malos entendidos.
- Tomar responsabilidad de mi comunicación. Si no me entienden, es mi problema. No me estoy comunicando correctamente y tengo que replantear lo que explico o acompañarlo de elementos visuales para lograr el entendimiento mutuo.
- Escuchar. No era muy bueno para ello, sobre todo cuando me pongo a hablar de un tema que me apasiona. Tiendo a acaparar la conversación. Así que básicamente he aprendido a quedarme callado. A través de mejorar la habilidad de entrevista, por ser auditor. Ahora escucho y pregunto más, dejando al otro expresare y a partir de ahí ya hago mis intervenciones.
- No tomarme las cosas de manera personal. He aprendido a aceptar que los otros tienen su opinión, puede no ser válida, pero para ellos sí lo es. Mi trabajo es hacerles ver un punto de vista alternativo o al menos fundamentar bien el mío. No espero que nadie cambie, sobre todo si no aceptan mi punto de vista.
- No responder inmediatamente cuando me siento atacado. Esto es algo que aún estoy trabajando. Cuando llego a este punto, ya mis emociones se están desbordando y a, nivel familiar, me cuesta mucho trabajo. Con los clientes lo he ido dominando. Los psicólogos explican que con la familia tenemos fuertes vínculos emocionales y altas expectativas y complica este punto. Así que estoy aprendiendo, no lo he logrado, a respirar y no responder. Largo camino aún por recorrer.
- Aplicar técnicas de negociación y ventas a situaciones de confrontación. Tratar de apagar el conflicto, hacer pausas, ahondar más en el punto de vista del otro y los fundamentos de porque cree eso.
- Centrarme en los hechos. Un muy buen amigo, y excelente auditor, dice que «ante los hechos no hay discusión». Es justo cuando entramos en el campo de las emociones que las cosas se complican. Laboralmente, trato de centrarme en los hechos y eso me ha evitado muchos conflictos y problemas.
- Entender el funcionamiento del pensamiento y emociones del ser humano. Yo soy muy lógico y propenso a la reflexión, pero no todos son así. Poco a poco estoy tratando de aceptar que las cosas no tienen que ser como yo quiero y he ido aprendiendo a tratar con gente que basa mucho su comportamiento en creencias infundadas. Es parte del trabajo.
No hay recetas para resolver esta situación, lo que hay es conocimiento disponible, la necesidad de hacer una práctica deliberada para mejorar y equivocarse mucho. Yo llevó un diario donde anotó mis interacciones personales fallidas para reflexionar sobre ellas y poder mejorar. Sin embargo, tengo un largo camino por recorrer aún.
Las relaciones personales y familiares son otra historia. Las emociones juegan un papel muy importante y pueden mermar nuestra capacidad de control y negociación. Sin embargo, es posible, el primer paso es estar consciente y aceptar que hay que trabaja ese rubro.
Cuéntame ¿cómo reacciones ante un conflicto emocional irracional? ¿Explotas, te controlas, lo evades? ¿Cómo sacas lo mejor de la situación? Me gustaría leer tus experiencias.
Una respuesta a “Acordemos estar en desacuerdo”
Justo he estado trabajando en ello, al igual que tú, mis reacciones pasadas eran muy impulsivas y muchas veces eso solo provocó que el problema se hiciera más grande. Con la ayuda de terapia he ido aprendiendo a manejar mejor dichas situaciones y claro que fácil no es, pero eso sí, es algo muy útil para el día a día.