¿Cuál es tu pólvora?


Hace muchos años leí en un libro algo así como que: «la gente cree que los técnicos o expertos se la pasan en su escritorio o restirador haciendo lo que saben hacer, pero en realidad su tiempo se les va en tratar con otras personas».

La realidad es que de las muchas cosas que aprendemos en la escuela, o en la universidad, pocas tienen que ver con trabajar con otros, y sobre todo con la forma de manejar conflictos.

Resulta que la mayoría de nosotros tenemos un temperamento, este temperamento es, en ocasiones, explosivo y tratamos de controlarlo a través de nuestro carácter. Esto es, hay cosas que nos sacan de nuestras casillas. Es cómo si estuviéramos sentados en un barril de pólvora y solo hace falta que alguien o algo encienda dicha pólvora para que explotemos en una reacción incontrolable.

Un punto importante en la vida, considero yo, es aprender a conocernos y saber cuáles son esos puntos que nos hacen explotar para podernos conducir mejor y evitar conflictos.

En mi caso yo he detectado que mi pólvora se encuentra en:

  • Cambios de último momento a acuerdos, planes de trabajo y proyectos.
  • Situaciones que me hagan incumplir o llegar tarde.
  • Que alguien diga que hice o dije algo que no hice o no dije.
  • Que me pidan romper las reglas.

Este tipo de situaciones, históricamente me hacen explotar. Con el tiempo, con los años y con el auto conocimiento, he ido aprendiendo a manejar estas situaciones cada vez mejor. No es fácil, ni rápido. Toma tiempo y sé que aún no he dominado estas situaciones.

He aprendido a ser flexible con los cambios en los planes, viéndolos como parte de convivir con gente más hacedora y, además, viéndolo como que es necesario ajustar sobre la marcha los proyectos.

He aprendido que hay situaciones fuera de mi control que pueden hacerme incumplir o llegar tarde y he aprendido a notificar cuando eso va a suceder y a tomar acuerdos para mitigar los efectos.

De las últimas dos, aún sigo trabajando.

Ahora bien, resulta que así como nosotros tenemos nuestra «pólvora» los otros también. Y es importante conocer a nuestros colaboradores cercanos, a nuestros familiares y amigos y saber cuál es su pólvora. Porque si no tomamos conciencia, podemos de manera no intencionada, encender el cerillo y la pólvora de otros que lleve a un conflicto o a una situación explosiva.

Es parte de aprender a tener inteligencia emocional y aprender colaborar con los otros de una manera productiva. Si sabes que a alguien algo la hace explotar, prenderle el cerillo intencionalmente, es definitivamente signo de insensibilidad.

Y no es fácil, aprender que es lo que prende al otro y no es fácil cambiar nuestras acciones para evitar hacerlo de manera no intencionada. Pero si no empezamos, si no le ponemos empeño, seguiremos teniendo situaciones que son molestas, que deterioran las relaciones y que afectan la dinámica de colaboración.

¿Te ha sucedido? ¿Conoces cuál es tu pólvora? ¿Has encendido no intencionalmente la pólvora de otro? ¿Qué acciones tomas para evitar conflictos derivado de esto? ¿Cómo controlas que no se encienda tu pólvora?


4 respuestas a “¿Cuál es tu pólvora?”

  1. Hola Luis, me parece genial tu publicación.
    ¿Cómo identificaste la mejor herramienta para controlar tu pólvora?
    De antemano, Gracias.

    • Que tal Mariam. Considero que en principio lo primero es tomar conciencia. Para ello se puede uno apoyar en un especialista (psicólogo) o se puede llevar un diario (https://www.entrepreneur.com/article/287007) o se puede hacer meditación o mindfulness (https://www.entrepreneur.com/article/285123).

      Escribir en un diario, después de que sucede alguna situación de tensión, puede ayudar a identificar cuál fue la pólvora o la situación que la detonó. A partir de ahí inicia un proceso de cambiar algunos hábitos. Por ejemplo, si yo sé que explotó cuando me cambian el plan o voy a llegar tarde, puedo desde antes anticipar cómo quiero reaccionar a esas situaciones. Cuando suceden, recuerdo que estoy en ese momento previo a la explosión y decido tomar el camino alternativo que planeé. En una publicación posterior trataré el tema de los hábitos y algunos libros para apoyarse.

      Gracias por comentar.

  2. Hola Luis, a mi también me encienden los, cambios de último momento, pero pareciera que son el mal necesario, otra cosa es el que después de preguntar si fui clara me digan que si y al hacer preguntas para confirmar, resulta que se entendió otra cosa.

    • Te entiendo Anahy. Realmente parte del secreto está en aceptar cosas que no podemos cambiar.

      Podemos esforzarnos en hacer nuestra comunicación más efectiva, pero no podemos cambiar fácilmente el hábito de Lange te a decir que si entendió cuando en realidad no lo ha hecho.

      Y los cambios de planes, debemos acerarlo o de plano planear que va a haber cambios. Y reaccionar adecuadamente.

      Saludos y gracias por comentar.