En ocasiones, ante situaciones negativas, tendemos a respaldar nuestra ideas sobre lo que sucede. Investigamos y reforzamos lo que creemos que es la verdad.
Esto pasa en todos los ámbitos, pero tiene un peligro, podemos, en ocasiones, defender lo que en realidad no es cierto.
Los sistemas de gestión de calidad actuales enfatizan la toma de decisión basada en hechos, más que en suposiciones y creencias, aunque esto no es natural para nuestra mente.
Nuestra mente crea historias, a veces con poca información, mientras hagan sentido, no importa si son ciertas o no. Adicionalmente, una vez que damos algo por verdadero, difícilmente aceptamos que pueda cambiar, no estamos abiertos a nuevas evidencias.
En ocasiones me ha tocado escuchar en las empresas que hay problemas y un área 1 reclama a un área 2. El responsable del área 2 consulta con su gente, seguro de que no es problema de ellos y confirma su teoría. Luego sale a defender a capa y espada a su área generando tensión y conflicto para que al final los hechos demuestren que efectivamente el área 2 incurrió en el error. Ese responsable incurrió en pensar que su verdad era la verdad, sin haberlo corroborado correctamente.
Este fenómeno está tan integrado en nuestra mente que a veces funciona de manera natural y automática, y es difícil ir con otra él o simplemente darnos cuenta que está sucediendo.
El enfoque del pensamiento crítico, y del pensamiento científico, es considerar que nuestra verdad, en un momento dado, puede cambiar ante nuevas evidencias. Esto implica estar abierto a la incertidumbre y al cambio, más que a la certidumbre y la estabilidad.
Desde un punto de vista de la evolución, nuestro cerebro favorece la estabilidad, nos da tranquilidad y certeza para actuar. Sin embargo, en nuestro entorno actual altamente cambiante nos puede limitar.
La adopción de un esquema mental que nos permita estar abiertos a nueva información, a cuestionar lo que sabemos e inclusive a desechar nuestras verdades pasadas y adoptar nuevas verdades es muy importante en estos días. Podemos caer en quedar estancados en ideas falsas, algo riesgoso para nuestras áreas y negocios.
Entender como aprendemos, como pensamos y como actuamos en base a nuestros pensamientos, conocer un poco de filosofía, técnicas de mejora, pensamiento crítico y pensamiento científico nos puede dotar de las herramientas y esquemas mentales para no «defender a ciegas» nuestras verdades actuales.
¿Te ha pasado? ¿Cómo lo has superado? ¿Qué has sentido cuando te diste cuenta que tu verdad no era la verdad? A mí aún me sucede y lucho continuamente por darme cuenta y superarlo. A veces tengo éxito, otras, aún tengo que trabajarlas.