En las últimas semanas han pasado muchas cosas muy rápido. Las empresas han tenido que ajustar sus mecánicas de trabajo, otras han tenido que adoptar protocolos de seguridad para continuar operando, otras han tenido que reducir sus jornadas y mandar empleados a trabajar a casa y tristemente, algunos profesionistas y trabajadores han tenido que ser cesados de la empresa ante la incapacidad económica de continuar operando por el cierre o pérdida de ventas y clientes.
Esto ocasiona que a todos los niveles nos estemos preguntando ¿qué pasó? ¿Por qué no estuvimos listos? ¿Por qué no lo vimos venir? ¿Por qué me tocó a mí? ¿Qué vamos a hacer? ¿Qué voy a hacer? Y muchas otras inquietudes más que solo nos generan estrés y ansiedad. Al estar mirando hacia el pasado y el futuro, nuestra mente se nubla y nos cuesta trabajo ver hacia adelante.
La verdad no tiene ahorita caso desgastarse mucho, ya habrá tiempo para voltear hacia atrás y es difícil ver hacia adelante por la incertidumbre que existe. ¿Qué nos queda? Pues algo muy importante en estos momentos y esto es: ¡Centrarnos en el presente!
Independientemente de que tendremos que aprender de los errores del pasado y de que tendremos que trabajar para el futuro. En estos momentos en que muchos nos estamos quedando en casa, es momento de centrarnos en el tiempo presente. Y eso no es fácil, ya platicaba yo en publicaciones pasadas sobre nuestra «mente de mono«.
Hay muchas formas de centrarse en el presente, una de ellas es aprender a respirar, a meditar inclusive. Hay cientos de prácticas, pero la más simple consiste simplemente en respirar y centrar nuestra mente en la respiración. Durante esta práctica vendrán pensamientos y preocupaciones a nuestra mente y no importa, no debemos luchar contra ellos, la meditación no es poner la mente en blanco, sino centrarse en el presente y enfocarnos en algo.
Durante estos días, a fin de que mi mente no divague demasiado en el pasado y en el futuro, sobre todo con cosas preocupantes lo que he hecho es lo siguiente:
- Despertar
- Meditación (Tipo Mindfulness, centrándome en el presente y basado en respiración).
- Leer (estoy leyendo 3 libros y leo unas 2-3 páginas de cada uno).
- Salir a caminar (Tenemos un jardín y salgo un rato, pero ha habido veces en que solo me siento afuera a observar o escuchar los sonidos, otra forma de enfocarse en el presente).
- Ejercicio (Algo ligero)
- Prender el teléfono y revisar rápido chat de la familia, amigos y clientes.
- Además estoy limitando mi ingesta de noticias. Muchas son malas, muchas son falsas, muchas son polarizadas. Si las sigo, pero con medida, no cada 10 minutos.
- Hacer algo productivo (En mi caso Trabajo a Distancia. Hay muy poco, pero he estado en reuniones virtuales con clientes para que acepten trabajar a distancia. Ando creando contenido que comparto y preparando servicios virtuales y a distancia. Ahí va, poco a poco. Estos pequeños logros nos permiten seguir avanzando).
- Tiempo con la familia.
- Tomar fotos y dibujar. Me permite mantener la mente activa y centrada en el presente, no dejar que mi mente empiece a pensar cosas y escenarios fatalistas. Yo soy muy preocupón y mejor me ocupo para no pensar cosas «impropias» que me estresan de más.
- Repetir. No hay de más. Las rutinas nos dan certeza en tiempos de incertidumbre y desvincularse un poco de las malas noticias también.
Así pues, mi invitación es a centrarnos en el presente. De la forma que te acomode. A mi el Mindfulness (Conciencia plena) me ha ayudado en el pasado y hoy nuevamente. Pero la manera que sea adopta una rutina para centrarte en el presente y evitar que la mente se distraiga en malos pensamientos en el pasado y en en futuro.
Solo en el presente podemos aceptar lo que está sucediendo, evaluar lo que podemos controlar y lo que no y planear y tomar las acciones que nos permitan avanzar día a día en toda esta incertidumbre.
¿Y tú que estás haciendo para no abrumarte? Cuéntame tus acciones.