Seguramente tú al igual que yo somos lo que se considera un trabajador del conocimiento, un ejecutivo. Yo como asesor y facilitador de aprendizaje interactúo continuamente con especialistas, mandos y directivos.
Gran parte de mi día consiste en generar y transmitir ideas, en ayudar a otros a visualizar y comprender ideas, a crear modelos y formas de explicar a otros diferentes conceptos. Por lo tanto el recopilar ideas, curarlas, mezclarlas y crearlas es la esencia de mis funciones. Aquí te describo 7 hábitos que me han ayudado a esa creación de ideas.
- Lectura. Prácticamente todo el conocimiento humano se ha construido sobre la base del conocimiento previo. En realidad no hay «ideas 100% originales». Leer es acceder a la mente, pensamientos e ideas de otros. Aunque no para considerarlas como si fueran dogmas incuestionables, sino al contrario para usarlas como base para cuestionar y crear nuevas ideas. Una biblioteca personal o acceso a una biblioteca pública es un punto muy importante para crear ideas.
- Pluma y papel. Las ideas van y vienen y no tienen un momento para llegar, así que traer con nosotros una libreta es la mejor forma de registrar esas ideas para luego desarrollarlas. Asimismo, el darse tiempo para pensar con la pluma y el papel son realmente importantes, pues fluyen las ideas y se van acomodando poco a poco. Para mí el uso de notas visuales o sketchnotes fue un punto que cambio mi forma de registrar y generar ideas. «Yo pienso y genero ideas cuando bosquejo».
- Caminar en la naturaleza. Como cualquier cosa, la mente se satura y entonces las ideas no fluyen. Y para liberar la mente necesitamos dejarla trabajar en segundo plano. Caminar, y sobre todo en la naturaleza, nos permite despejar la mente y darle tiempo a la mente para haga lo suyo mientras nos distraemos. Yo trato de hacerlo al menos 3-4 veces por semana.
- Meditación. Para crear ideas necesitamos centrarnos en el presente, revisar las ideas de otros, revisar nuestras notas y bosquejar nuevas ideas. Necesitamos estar en el presente para darle vuelta a las cosas. Sin embargo, nuestra mente divaga, al pasado y al futuro. Y eso no es bueno. Aprender a concentrarse es importante para generar ideas. Y la meditación me ha servido para ello. No se necesita mucho, 5 minutos diarios es más que suficiente. El Mindfulness me funciona de maravilla.
- Explicar a otros. Como instructor y asesor, tengo que rebotar ideas con otros y explicarles conceptos. Con el paso de los años me he dado que durante esas explicaciones, yo mismo he logrado conectar los puntos de algunos elementos. El intercambio de ideas es fundamental para poder crear nuevas.
- Cuestionar. Nuestro cerebro nos engaña con diferentes distorsiones cognitivas. No podemos evitarlo. Por eso es importante desarrollar hábitos sanos de cuestionamiento y pensamiento crítico que nos permitan eliminar ideas y conceptos equivocados. No hay verdades absolutas y es importante crear el hábito de aprender y cuestionar continuamente nuestras ideas. Se vale cambiar de opinión si encontramos nuevas evidencias y ello es valioso para la creación de ideas y el aprendizaje continuo.
- Escribir. Llevar un diario o un blog, una libreta de pensamientos, es una excelente herramienta. Complementario a los bosquejos y notas visuales. Lo mejor es hacerlo con pluma y papel, pero en la computadora funciona también. Lo importante es darse tiempos programados sin interrupciones para hacerlo. También el hacerlo sin juzgar y sin pensar si está bien. Lo importante es el flujo de ideas. La forma y el contenido se pueden editar más adelante.
Al final, crear ideas es un hábito y al igual que cualquier hábito requiere de práctica y ejecución continua. Entre más ejecutas mejor te vuelves. Al menos al día de hoy no me he quedado sin generar ideas.
¿Has probado alguna de éstas técnicas? ¿Qué otras utilizas?