Todos, Alguien, Nadie y Cualquiera


A lo mejor ya te ha tocado encontrarte con este pequeño relato que nos habla muy bien de como no tener las responsabilidades y autoridades claras se genera confusión, y en muchos casos, inacción.

“Había una vez cuatro individuos llamados Todo el Mundo, Alguien, Nadie y Cualquiera. Siempre que había un trabajo que hacer, Todo el Mundo estaba seguro de que Alguien lo haría. Cualquiera podría haberlo hecho pero Nadie lo hizo. Alguien se puso nervioso porque Todo el Mundo tenía el deber de hacerlo. Al final, Todo el Mundo culpó a Alguien cuando Nadie hizo lo que Cualquiera podría haber hecho”.

Historia que circula en Internet

Este pequeño cuento nos muy diferente a lo que sucede en algunas organizaciones que no se han tomado el tiempo de definir, comunicar y asegurar que se entiendan las diferentes responsabilidades y autoridades de los colaboradores. No es raro que en las organizaciones se generen afectaciones a las operaciones, la calidad, la satisfacción del cliente y los resultados resultado de esta falta de claridad.

Por ello no es sorpresa que la norma ISO 9001:2015 en su punto 5.3 Roles, responsabilidad y autoridades de la organización solicite justamente que se haga esta definición y comunicación. Cuando todo mundo tiene claro lo que a cada quien le toca, el trabajo fluirá con mayor facilidad. ¿Están claras las responsabilidades y autoridades en tu organización? ¿Existen los mecanismos para actualizarlas cuando existan cambios?