Hoy en día se reconoce más y más la necesidad de ser un Gerente-Líder y menos un Jefe tradicional. Mucho se ha escrito sobre el tema, sin embargo a continuación resumo cinco puntos importantes a atender:
- Selección del Personal. Esta es tal vez una de las actividades más importantes del gerente (y de las más descuidadas). Si no se dedica el tiempo necesario en esta etapa es muy fácil crear problemas desde el inicio. Peter Drucker el célebre guru de la administración cita a Alfred Sloan del siguiente modo: «Si no gastamos cuatro horas en ubicar correctamente a una persona, tendremos que gastar cuatrocientas en limpiar los destrozos causados por nuestra equivocación.» El gerente debe conocer cómo se integran las habilidades y conocimientos de un puesto y cómo evaluar si una persona los cumple previo a su ubicación en un puesto, y en caso de que no cumpla, como establecer los planes de desarrollo apropiados (finalmente, nunca una persona cumplirá al 100% un requerimiento de un puesto).
- Establecer objetivos claros. En muchas ocasiones la falta de acción o la incorrecta acción por parte del subordinado se liga a la falta de entendimiento de la tarea. Una forma simple de hacerlo es lo que se conoce como las 5W y 1H que representan las iniciales de palabras en inglés y que están ligadas a un poema del célebre autor Rudyard Kipling: “Tengo seis honrados servidores (me enseñaron todo lo que aprendí); sus nombres son Qué y Por qué y Cuándo y Cómo y Dónde y Quién.” Si al asignar una tarea respondemos a estas preguntas garantizaremos la adecuada definición de la tarea. El cómo es esencial, pues si la persona no lo conoce, será necesario entrenarla o proveer instrucción adecuada.
- Dar apropiado seguimiento. Cuando Edwards Deming visitó Japón tras la Segunda Guerra Mundial dio a conocer lo que se conocería más adelante como el ciclo de Deming o de la Mejora Continua. En dicho ciclo establece que además de planear y ejecutar una acción es sumamente importante el seguimiento o la verificación. Sin ello no se sabe si las cosas se realizaron como se estableció, ni si las acciones funcionaron como se planeó. El seguimiento oportuno permite corregir o tomar acciones adicionales para lograr las cosas. El seguimiento es una actividad fundamental de la delegación efectiva. En todo esto, el uso de una agenda es de vital importancia.
- Tratar a la gente de manera individualizada. Expertos como Ken Blanchard y Marcus Buckingham explican que el liderazgo debe ser situacional. Esto es, ejercer el liderazgo sobre los subordinados es comprender que no es un juego de «Damas Chinas» donde a todas las piezas se les trata igual, sino comprender que es un «Juego de Ajedrez» en donde cada persona tiene habilidades y fortalezas. Para ello el gerente debe conocer y entender los estilos de madurez laboral, los estilos de aprendizaje, los estilos de trabajo en equipo, etc., que presenta su gente y tomarlos en cuenta para asignarles tareas y ubicarlos en los puestos de trabajos donde podrá explotar sus capacidades.
- Comunicar. Esto es, como diría Peter Drucker, hacerse entender. Esto requiere gran habilidad y el gerente debe conocer y ejercitar los principios básicos de la comunicación efectiva que le permitan hacer llegar su mensaje fuerte y claro en los momentos que lo requiera. Una comunicación que permita transitar hacia la acción. Actualmente, se considera que una habilidad esencial de un directivo/gerente es su capacidad de contar historias. Pues estas quedan más grabadas en la mente del personal que otras formas de comunicación, además proveen un marco de actuación ante situaciones no definidas.
Ser un Gerente-Líder es creer en la gente y dedicar el tiempo a seleccionarla, comunicarle y desarrollarla. Sin embargo, el Gerente-Líder debe desarrollarse primero a él mismo, de manera intensa y continua.
Mediante simples prácticas es posible mejorar la relación gerente-subordinado que en el largo plazo contribuye a la mejora de las actividades y al cumplimiento de los objetivos y los desempeños deseados.