Existe una frase que dice:
Primero lo primero
Sin embargo, la pregunta obligada es ¿qué es lo primero? Podemos pensar que lo primero es lo que tengamos que entregar próximamente, o lo primero es lo que ya está “quemado”, por así decirlo.
La realidad es que en términos de pendientes lo relevante es priorizar de algún modo. Y priorizar por “urgencias” puede no ser una estrategia robusta.
Tendemos a procrastinar, esto es, a dejar para después lo que tenemos que hacer hoy. Y después vamos atendiendo lo que se vuelve urgente.
Un enfoque alternativo es priorizar en base a la importancia y además en base a urgencia. De ese modo tenemos 4 opciones:
- Importante – Urgente
- Importante – No Urgente
- No importante – Urgente
- No importante – No Urgente
Si algo, en principio, no es importante no debemos darle mucha consideración. Respecto a lo importante hay que reflexionar ahora ¿que es lo importante? Algunos ejemplos posibles son:
- Aspectos que generan mejora.
- Actividades ligadas a proyectos y cumplimiento de objetivos.
- Acciones correctivas para evitar errores recurrentes.
- Acciones preventivas.
- Entrenamiento y desarrollo de competencias del personal.
- Estructurar métodos y sistemas de trabajo en los procesos.
La definición de qué es importante requiere de tener claridad si somos el jefe, sobre lo que implica desarrollar sistemas y procesos robustos, así como el rumbo de la empresa.
Para quienes no son la cabeza de empresa, requiere de sentarse a aclarar con el jefe qué es lo importante.
La gestión personal del tiempo y del tiempo empresarial, es de suma importancia. Si no es que lo más importante.
Y tú ¿Administras tu tiempo? ¿Priorizas en base a lo más importante o en base a lo más urgente?