En interacciones recientes con diferentes grupos de mandos, ha salido el comentario de que hay gente en sus filas a las que les «falta compromiso».
Es interesante reflexionar sobre este tema, pues es de vital importancia para las organizaciones. Una de las primeras cosas que debemos de cuestionarnos es ¿qué entendemos por compromiso? ¿De qué estamos hablando? ?¿Qué esperamos que la gente haga para demostrar su compromiso?
Indagando, surgen comentarios como que la falta de compromiso se observa en que los colaboradores:
– No son proactivos.
– No proponen cosas.
– No velan por el bien de la empresa.
– No se ponen la camiseta.
Esto nos lleva a preguntarnos ¿por qué la gente no presenta esos comportamientos que reflejarían su compromiso?
En ocasiones hacemos interpretaciones incorrectas sobre lo que vemos y lo que creemos que sucede, por ejemplo:
– La gente no da el «plus» pensamos que implica falta de compromiso, flojera.
– No proponen ideas pensamos que implica desinterés.
– Cumplen lo mínimo pensamos que implica actitud mediocre.
– Alta rotación voluntaria pensamos que implica falta de lealtad.
– No se quedan horas extra pensamos que implica poca camiseta puesta.
Pero si somos curiosos y observamos y escuchamos a la gente podríamos encontrar que:
– La gente no da el «plus» puede implicar cansancio, exceso de trabajo, falta de propósito o reconocimiento, reglas poco claras.
– No proponen ideas puede implicar cultura que no escucha, miedo a equivocarse, liderazgo controlador.
– Cumplen lo mínimo puede implicar mala organización, tareas poco claras, falta de sentido, frustración por decisiones incoherentes.
– Alta rotación voluntaria puede implicar falta de oportunidades, clima tóxico, falta de desarrollo, estilos de liderazgo anticuados.
– No se quedan horas extra puede implicar que cuidan su salud mental, falta de incentivos, no ven beneficio en hacerlo.
Ante esto:
– ¿Tú estarías comprometido con una empresa que te explota, no te escucha o no te valora?
– ¿Por qué alguien daría un ‘plus’? ¿Qué debe sentir para hacerlo?
– ¿El compromiso se exige o se construye?
Aquí te dejo unas preguntas para reflexionar más a fondo y analizar la situación a la que te estás enfrentando:
1. ¿Qué comportamientos específicos estamos observando que interpretamos como ‘falta de compromiso’?
2. ¿Qué condiciones de trabajo podrían estar influyendo en estos comportamientos?
3. ¿Qué señales estamos enviando desde el liderazgo sobre lo que realmente valoramos?
4. ¿Existen barreras para que las personas propongan ideas o participen más activamente?
5. ¿El trabajo diario permite sentir sentido, pertenencia o crecimiento?
6. ¿Estamos escuchando activamente lo que los colaboradores piensan y sienten?
7. ¿Qué cambios sistémicos podríamos hacer para facilitar un mayor compromiso real y sostenible?