Al terminar el diseño de un producto o al concluir un proyecto es buena práctica realizar un ejercicio llamado «lecciones aprendidas». Es un ejercicio de reflexión sobre las cosa buenas y malas y que permiten generar aprendizaje que se aplicará en subsecuentes diseños o proyectos.
Ahora que termina el año vale la pena tomarse unos minutos, mirar en retrospectiva (si tienes un diario o bitácora personal, en este caso del trabajo, es útil para este ejercicio) y ver que puntos podemos rescatar.
- Hay cosas que planeaste y lograste ¿cómo le hiciste? ¿fue esfuerzo consciente o casualidad?
- Hay cosas que planeaste y no lograste ¿por qué no las lograste? ¿Fueron factores internos o externos los que lo impidieron?
- Hay cosas que no planeaste y sucedieron ¿Fueron para bien o para mal? ¿Cómo pudiste anticiparlas? ¿Cómo reaccionaste?
- ¿Qué nuevos conocimientos adquiriste? ¿Cuántos aplicaste? ¿Qué sucedió durante la aplicación? ¿Hace falta práctica?
- ¿Qué libros fueron interesantes y cuáles no? ¿Qué cursos fueron útiles y cuáles no?
- ¿Qué gente conociste o empezaste a seguir? ¿Por qué te son de interés? ¿Qué gente continuas siguiendo y que te sigue aportando?
Y así…no tienes que responder estas preguntas, plantea las tuyas, tampoco tienen que ser muchas. Lo importante es reflexionar y ver que aprendimos del año que se va. Y de ese modo planear al siguiente período.