Un largo camino


Recientemente he estado leyendo sobre la evolución de las sociedades, ha sido un camino muy largo, de decenas de miles de años para que la agricultura, la escritura, la tecnología y las formas de organización evolucionaran y se difundieran a los diferentes rincones del mundo. 

Ayer veía una película histórica en la que retrata la forma de vida de la gente hace muchos años y en ese momento te das cuenta de que hay muchas cosas en nuestra vida diaria que damos por sentadas, pero que son cruciales para nuestra existencia contemporánea, por decir algunas:

  • Acceso a medicinas y medicamentos (antes no los había y las cosas se intentaban resolver con rezos y sanguijuelas). 
  • Acceso a agua potable (antes no había sistemas de filtración y purificación si un cuerpo de agua se contaminaba toda la población podría perecer). 
  • Sistema de satélites y monitoreo meteorológico (antes podría caer una tormenta, una granizada o una inundación y no te enterabas hasta que había pasado y muchos habían fallecido). 
  • Acceso al conocimiento (antes todo eran historias contadas verbalmente y con modificaciones, no había forma confiable de acceder al conocimiento actual). 

Hans Rosling en su libro Factfulness aclara que en el mundo no hay países desarrollados y no desarrollados, que es una visión simplista y limitada de las cosas. Él propone 4 niveles. 

  • Nivel 1 – Tienes cinco hijos, caminas por horas con una cubeta para conseguir agua, recoges madera para cocinar, no tienes acceso a antibióticos, vives con un dolar al día. Esto es pobreza extrema. (Mil millones de personas viven así). 
  • Nivel 2 – Ahora tienes 4 dólares al día, puedes comprar comida que tu no cultivas, pues ahorrar y comprar sandalias, una bicicleta y más cubetas para el agua. Ahora solo pasas medio día en ir por el agua. Tienes estufa de gas y tus hijos van a la escuela en lugar de recolectar madera, tienes acceso a electricidad inestable. Pero si te enfermas, te obligaría a vender todas tus pertenencias para comprar medicina y estarías de vuelta en el nivel 1. (3 mil millones de personas viven así). 
  • Nivel 3 – Tienes múltiples trabajos, dedicas hasta 16 horas a trabajar, 7 días a la semana y logras 16 dólares diarios para vivible. Tienes acceso a agua potable y a energía eléctrica estable, puedes darte el lujo de tener un refrigerador. Puedes ahorrar y comprar una motocicleta, lo que de da acceso a llegar a mejores trabajos. Tus hijos pueden llegar a la preparatoria, puedes llegar a tomar algunas vacaciones. Pero si alguien se enferma, tendrás que vender cosas y regresas al nivel 2. (2 mil millones de personas bien así). 
  • Nivel 4 – Tienes más de 32 dólares al día. Para ti tres dólares no hacen la diferencia (los cuales harían la diferencia para alguien en el nivel 1). Tienes más de 12 años de educación y posiblemente has viajado en avión. Puedes salir a comer fuera al menos una vez al mes. Tienes agua fría y caliente. Es más, dice Rosling que si estás leyendo esto, seguro eres nivel 4. Obviamente, tienes acceso a internet, a medicinas, piso de loza y te beneficias de vivir en lo que llamamos “civilización”. (Mil millones de personas viven así y tú estimado lector eres una de ella, junto con Zuckerberg, Jobs, Gates, Bezos, Slim, Taylor Swift, Beyonce, Keanu Reeves y demás). 

Si tú, estimado lector, eres nivel 4 ¿te imaginas viviendo en los niveles 1, 2 y 3? Tal vez sea algo que no piensas todos los días. ¿Imaginas tu vida sin internet, sin libros, sin computadora, sin teléfono inteligente, sin satélites, autos, carreteras y demás? ¿Podrías sobrevivir en un mundo así?

Nos cuesta pensar que haya gente viviendo cómo lo hacía la gente hace miles de años. Básicamente todos casi en nivel 1 y 2. Y si tuvieras los medios para estar en el nivel 3 y 4 ¿seguirías en el 1 y 2? Si no tienes conocimiento y si no sabes que existen los niveles 3 y 4, posiblemente te quedarías igual. Si estás en el nivel 1 y 2 no tienes ni tiempo de pensar en otra cosa. 

Uno de los factores que generó la evolución de nuestra sociedad civilizada actual fue el hecho de que el exceso de alimentos permitiera la generación de pensadores, artísticas y hasta burócratas que fueron mejorando y creando un mundo, por así decirlo, mejor (hay mucho que criticar pero esencialmente es mejor). 

Con todo este preámbulo, ¿te imaginas como eran las empresas al inicio de la revolución industrial? Establezcamos algunos niveles arbitrarios:

  • Nivel 1 – Empresas sin sistemas, con algunas máquinas que fallan mucho. La gente no tiene que saber nada, solo ejecuta, algunos mandos dirigen todo, la gente es totalmente intercambiable. Hay poca calidad, se depende totalmente de la inspección final, mucho retrabajo y pérdida de utilidades por ineficiencias en la operación. 
  • Nivel 2 – Se pasa de la inspección final a al inspección en proceso. Se introducen mediciones y métodos estadísticos para identificar lo que está mal en el proceso. Se reducen problemas e ineficiencias en la operación principal. 
  • Nivel 3 – Se tiene el concepto de aseguramiento de la calidad, no solo se atienden los procesos principales, se gestiona la infraestructura, los métodos, la gente, se tienen controles y las conexiones entre procesos. Existen sistemas. 
  • Nivel 4 – Se lleva la gestión a toda la organización, se tiene un concepto de calidad total, se avanza hacia el concepto de excelencia, se utilizan herramientas para solución de problemas, gestión de riesgos, control de documentos, y gestión de procesos. Existe el concepto de mejora continua bien arraigado. 
  • Nivel 5 – Se incorpora el uso de tecnología a las operaciones, mediciones en procesos en tiempo real y análisis intensivo de bases de datos, todo mundo es competente y se trabaja fuerte en la automatización y eficiencia de los procesos. Se tiene el nivel de excelencia organizacional. 

Sería muy fácil pensar que después de 120 años desde la revolución industrial, que estaríamos la mayoría en el nivel 5, pero no. Existen muchas empresas, nuevas y maduras, que siguen en los niveles 1 y 2. Viven en un estado constante de urgencia y no tienen ni el conocimiento, ni el tiempo, ni los recursos para subir al siguiente nivel. Muchos emprendedores “sufren” por lo que implica estar en esos niveles 1 y 2 y la transición hacia el 3. Los consume el día a día y no ven como podría beneficiarles cambiar de nivel. 

Tristemente, esta es una situación en donde estará la mayoría de las empresas. Contar con niveles de madurez hacia la excelencia organizacional son importantes y es necesario que empresarios y mandos conozcan y comprendan 1) dónde están, 2) por qué es importante avanzar en la escala y 3) dedicar tiempo y recursos a cambiar de nivel. 

Muchas empresas desaparecen todos los días por que no pudieron “dar el brinco”. La gestión ha avanzado mucho desde las primeras fábricas y empresas a finales de los 1800s. Pero, te puedo decir, que he encontrado empresas que parecieran atrapadas en el tiempo. 

¿Tu empresa en qué nivel está? ¿Estás trabajando para “dar el brinco”?