Ayer fue día de muertos en México y la gente se toma la molestia de recordar a todos los que nos precedieron y que ya no están con nosotros.
Sin embargo, hay algo que a la mejor no sabes y no lo dije yo, pero tu empresa está administrada por muertos.
«En gran medida, quienes dirigen su empresa en este momento son unos cuantos teóricos y ejecutores fallecidos hace tiempo, quienes inventaron las reglas y convenciones de la administración moderna por allá en los primeros años del siglo XX. Son los espíritus burlones que habitan la maquinaria oxidada de la administración». – Gary Hamel
Y piénsalo, gente como Frederick Taylor, Edwards Deming, Peter Drucker, Kaoru Ishikawa, Taiichi Ohno, Walter Shewart, Joseph Juran y muchos otros que ya pasaron fincaron las bases de lo que hoy tú y yo conocemos como la administración y que es la «norma» en las empresas.
Cosas como la planeación estratégica, los mecanismos de control, los mecanismos de medición y evaluación, el manejo de presupuestos, gestión de proyectos, remunerar a la gente por desempeño y demás cambiaron la forma de gestionar las empresas y nos han llevado al día de hoy.
Pero, hay un problema, dice Gary Hamel, la administración está estancada, no ha evolucionado mucho en los últimos años. Las escuelas de administración siguen enseñando cosas que se crearon para las empresas en las condiciones que imperaban hace 50, 80, o más de 100 años.
La administración ha aportado mucho, pero se estancó, han surgido herramientas, pero son variaciones de lo mismo. No ha habido cambios significativos. Muchas empresas batallan con cosas que en los años 40s ya se habían superado, otras luchan por implementar cosas como el ISO 9000 surgido en los 80s, la Calidad Total de los 90s o la manufactura esbelta creada en Japón entre los años 50s y 80s.
¿Sabías que la famosa planeación estratégica de largo plazo que muchas empresas aún buscan adoptar se inició en los años 60s en General Electric? ¿Sabías además que para la época de Jack Welch, su famoso director ya se había desechado por que no les funcionó? Y es que, como explican Jack Trout, Steve Rivkin y Raúl Peralba, el poder predecir el futuro es muy difícil y eso hace complicada la planeación estratégica de largo plazo.
Los empresarios, mandos y gerentes tenemos que saber estas cosas y, sí, aprender del pasado, pero también reflexionar sobre todas esas técnicas, lo que funcionó y lo que no y sobre todo, estar dispuestos a experimentar y crear las nuevas reglas y herramientas de la administración.
Pero crear es complejo, crear es desgastante, crear es arriesgado y a veces preferimos ver que hicieron otros y tratar de replicar las técnicas que usaron en el pasado para resolver los problemas que tenían en ese pasado con las condiciones existentes entonces, pensando que nos ayudarán a resolver los problemas del presente con las condiciones que imperan hoy en día.
Innovar y ser diferente no es fácil, sobre todo cuando el entorno mismo te presiona, cuando Wall Street, los accionistas, las cámaras, las asociaciones, las normas y las certificaciones te llevan a adoptar modelos «probados» (aunque obsoletos). Los que nos dedicamos a la administración, tenemos que reflexionar en este día de muertos y darles las gracias, pero centrarnos en retar, cuestionar y mejorar lo que ya fue, lo que funcionó antes.
Es momento de aplicar la mejora continua a la administración y a la misma mejora continua. Así que reflexiona ¿qué se puede hacer diferente y mejor? Ese es nuestro reto hacia adelante. El tema es que la única forma de validar es haciéndolo una y otra vez. Pero evitando los errores ya superados en el pasado.
No dejes la gestión de tu empresa en manos de los muertos, recuérdalos, venéralos, aprende de ellos, pero sobre todo, construye sobre sus contribuciones hacia un mejor mañana.
P.D: No descubras el hilo negro, estudia, lee, conoce lo que ya se ha hecho, a partir de ahí, innova.