Tu empresa va a desaparecer


Como personas sabemos que nuestra existencia es finita y cada persona, consciente o inconscientemente, decide como vivir la vida. Algunos sucumben a la situación, otros toman al toro por los cuernos, algunas disfrutan al máximo y de manera irresponsable, otros lo hacen responsablemente, unos lo hacen egoístamente y otros de manera altruista. Algunos se arrepienten de lo que no hicieron o dijeron, otros aprenden de sus errores, se perdonan y vuelven a intentarlo. Algunos piden ayuda y aprenden continuamente de otros, otros se creen sabelotodos y solos se llevan a si mismos a la ruina. Unos viven apoyando a otros y otros viven sacando provecho de los demás. ¿Las razones son muy variadas? Pero al menos, si estás leyendo estas palabras, como diría Hans Rosling, eres nivel 4 y estás en una situación que te permite tomar control de muchas cosas.

Ciertamente muchos acarreamos nuestros demonios, frustraciones y temores que iremos o no superando con el tiempo. Al final, escojamos o no lo que queramos hacer con nuestra vida, cada día que pasa se nos acaba el reloj de arena. Hoy los expertos en desarrollo humano nos invitan a encontrar nuestra pasión, a vivir la vida al máximo, a tener experiencias y a ser ese algo que deje huella. Cada quien a su modo, cada quien en su mundo.

No soy fatalista, ni mucho menos. La realidad es que las empresas son como los seres humanos, nacen, crecen, se desarrollan y mueren. Recientemente leía que en los Estados Unido en los últimos 170 años (1850-2020) el 99.9% de las empresas creadas desaparecieron. Hace tiempo también leí que varios de nosotros veremos a nuestras empresas o las empresas en las que trabajamos cerrar durante nuestra vida. Muy pocas llegan a los 10 años, muchas menos a los 20 y muy pocas a los 50 años. Solo un puñado de las empresas supera los 100 años de vida.

Entonces, al igual que los seres humanos, en ciertas condiciones buscamos vivir la mejor vida posible. Los empresarios y gerentes tienen la opción de decidir que tipo de vida llevará su empresa:

– ¿Será una empresa anclada en el pasado o en constante desarrollo o aprendizaje?

– ¿Será una empresa que explotará a su personal o será una empresa que proveerá oportunidades de desarrollo?

– ¿Será una empresa que verá a la gente como un engrane o que los verá como personas con anhelos, creatividad y algo que aportar al mundo?

– ¿Será una empresa desordenada que vive en constante estado de crisis o será una empresa que buscará establecer mecanismos de orden para evitar el estrés en la gente y fomentar la eficiencia?

– ¿Será una empresa que exigirá razonablemente a su gente o será una empresa que exigirá irracionalmente lealtad, compromiso y sacrificio de la gente a costa de su propia persona, saludo y familia?

– ¿Será una empresa informal creciendo como la hiedra hasta que ya no pueda más o será una empresa con sistemas y métodos que se mejoren y que permita un crecimiento paulatino?

– ¿Será una empresa anclada en las prácticas empresariales acostumbradas en el medio o será una empresa que buscará luchar contra el status quo y se montará en las mejores prácticas de la industria?

– ¿Será una empresa que vea una lucha constante entre empresa y colaboradores o una empresa que ve a los colaboradores como parte esencial de la empresa?

– ¿Será una empresa que busque cumplir razonablemente con la legislación vigente o será una empresa que haga caso omiso de las leyes razonables en beneficio de ella, de la sociedad y la gente?

Así como nosotros decidimos, los empresarios y los gerentes deciden. Pero ojo, querer y hacer no es lo mismo, algunas personas quieren llevar una vida diferente pero no toman las acciones para realizar el cambio. Algunas lo intentan y fracasan y se dan por vencidas. Otras lo intentan y lo intentan hasta que lo logran. Otras se apoyan de otros para salir adelante.

Así como a las personas nos ciega nuestro orgullo y nuestras distorsiones cognitivas, así como nuestra cultura y conocimiento nos limita, así a las empresas, los empresarios y gerentes, su conocimiento, creencias, cultura, hábitos y orgullo determinan el tipo de empresa que tendrán y como será la vida en ellas.

Lo importante, tal vez, es tomar conciencia de que gran parte de lo que sucede en nuestras vidas es por nuestra propias decisiones o indecisiones. De igual manera, gran parte de lo que sucede en las empresas es por las decisiones o indecisiones de empresarios y gerentes. Es por ello que como empresarios y gerentes, tenemos una enorme responsabilidad sobre lo que sucede en nuestras empresas. Nuestras ideas, nuestra convicción y nuestro propósito, nuestro deseo real (no en palabras) de como queremos vivir, determina mucho de lo que sucede en nuestras empresas.

Estimado empresario o gerente ¿qué tipo de vida lleva tu empresa? ¿Te gusta? ¿Lo disfrutas? Sea bueno o malo, si crees que es bueno, no cambiará nada. Solo reflexiona cuidadosamente para que no haya cosas que lamentar al final de la vida de la empresa. Si no te gusta o no disfrutas, tu tienes el poder de hacer los cambios. No será fácil, el ego, los hábitos, la costumbre, la inercia son tus enemigos y cambiar, cambiar no es fácil. Pero está tu gente y otros que te pueden ayudar, aunque solo si tu deseas cambiar la forma en que tu empresa vivirá su vida. Recuerda, que cada día que pasa, el reloj de arena se termina. Hoy es buen día para iniciar la reflexión y el cambio.