Conocer vs. Aprender


Resulta que decides entrar a internet, hacer una búsqueda, ver un video, escuchar un podcast, asistir a una plática o tener una charla con amigos, y de repente te das cuenta de algo que no estaba en tu radar. Mueves tu tapete y te hace cuestionar las cosas. ¿Por qué no te habías dado cuenta antes? Simple, porque no sabes lo que no sabes. Eres un incompetente inconsciente, alguien que no sabía que no sabía.

En este momento crees que «has aprendido algo», pero no, solo has tomado conciencia de las cosas. Ahora has subido de nivel y eres un incompetente consciente, ahora sabes que no sabes. Este es un punto importante, porque mientras no te des cuenta de que no sabes y no desarrolles la necesidad de aprender, te quedarás simplemente en haber tenido una «epifanía existencial». Y sigues sin aprender nada.

Ahora empieza lo bueno, vuelves a hacer una búsqueda, ver un video, escuchar un podcast y hasta le pides a la inteligencia artificial que te diga una rutina, un tip, un hack o una solución rápida para mejorar. Compras un libro de «hágalo tú mismo», de autoayuda, los 10 pasos para lograr «X o Y» y te inscribes a un curso en línea o presencial. Con todo ello lograrás obtener conocimiento, pero aún no has aprendido nada.

En el momento en que empiezas a aplicar, ahí empieza el aprendizaje, no termina, inicia. Y es posible que te equivoques, si te das por vencido, no aprendiste nada. Es posible que tengas que practicar mucho. ¿Cuánto? Depende de tus competencias previas, pero en general puede variar desde días hasta meses. En ese camino, el reto es la disciplina de ejecutar una y otra vez, equivocarse, obtener retroalimentación, posiblemente el apoyo de alguien y volver a intentar. Sentirás que no avanzas al principio, luego se vuelve más fácil y rápido, pero por el momento eres torpe y lento. Estás aprendiendo, ahora eres un competente consciente.

El reto en la etapa anterior es ejecutar diligentemente y de manera correcta. Recuerda, la práctica no hace la perfección, la práctica perfecta hace la perfección. Si practicas mucho tiempo de forma incorrecta, en vez de desarrollar una habilidad y un buen hábito, desarrollarás un mal hábito, una maña. Es posible que se requiera supervisión y seguir algún estándar. Oye, ¿pero puedo crear mi propio método? ¿Puedo hacer mi propio estilo? Sí, si puedes, pero probablemente no en este momento. Eso será cuando domines lo que estás aprendiendo basado en lo que hicieron otros; luego viene la libertad para experimentar e innovar.

Si continúas practicando, fallando, retroalimentando y reflexionando, sin darte por vencido una y otra vez, lograrás llegar a un estado que llamamos competencia inconsciente. Ahora eres capaz de hacer algo rápido y bien. Detectas tus errores y los corriges. Es en este momento en el que ya has cambiado tu comportamiento de manera relativamente permanente, es cuando podemos decir que has aprendido algo.

Así que no te engañes, el aprendizaje es experiencia, todo lo demás es información y reflexión. Solo si eres capaz de desarrollar una habilidad y llevarla al nivel de competencia inconsciente, es cuando realmente has aprendido las cosas. No se trata de leer libros, ir a cursos, ver podcast o videos, se trata de APLICAR. Y aplicar correctamente hasta generar competencia.