En la publicación pasada comenté sobre la importancia de conocer y gestionar los procesos como la base de la administración de una empresa. Para complementar dicha publicación quiero tocar el tema importante de los productos y servicios.
Independientemente de si el objetivo de la empresa es generar valor para el dueño o los accionistas o si es generar valor para la sociedad o ambos, la empresa requiere algún tipo de producto o servicio que cubra una necesidad y que pueda comercializar de manera consistente. Sin ello, no hay negocio.
Así que parte de la administración de un negocio consiste en iniciar analizando si mi producto o servicio es adecuado para cubrir una necesidad real y si tiene potencial de crecimiento en el negocio. No basta con tener el producto que quiero, necesitamos que dicho producto quiera ser comprado por alguien.
Si de entrada tu producto o servicio no cuenta con una demanda suficiente, no hay administración de negocio que te vaya a ayudar. Vender televisiones a bulbos, hoy en día, no es un gran negocio. Lo mismo pasa con productos y servicios que están siendo desplazados por nuevos productos y servicios. La magia del emprendedor y de las empresas es encontrar ese nicho donde hay una oportunidad y satisfacerlo.
Una vez que estamos relativamente seguros de que existe una demanda para nuestro producto o servicio el siguiente punto es asegurar los procesos para que dichos productos se fabriquen o presten de manera consistente y con calidad. Esto implica que tendríamos que ordenar los procesos de:
- Comercialización. Incluidas las actividades de Mercadotecnia y Venta. Todo lo relacionado con hacerle saber al cliente que el producto o servicio existe y que puede satisfacer sus necesidades, así como proporcionar la información y los pasos a seguir para su compra. Aquí pueden estar relacionados los procesos de recepción de pagos y cobranza en caso de existir condiciones a crédito.
- Suministro. Es probable que los productos o servicios requieran de materia prima o insumos para poderlos proveer a los clientes y debemos asegurar eso. Desde la selección, evaluación y desarrollo de los proveedores hasta los procesos de compra y pago relacionados. Un punto intermedio en este caso puede ser el uso de almacenes internos.
- Fabricación o prestación. Esta es el corazón de la empresa, tenemos que asegurar que podemos ser eficientes y efectivos, además de hacerlo de manera óptima en relación a los costos. El servicio al cliente puede estar relacionado con este punto.
Dependiendo de la empresa, estos elementos pueden variar un poco, sin embargo, estos procesos constituyen los llamados Procesos Clave de una organización. Si no podemos hacer esto bien, promover el producto o servicio, adquirir los insumos y materias necesarias, fabricar o prestar el producto o servicio y cobrar, ¡no hay ingresos! No hay flujo de efectivo y entonces ¡no hay negocio! Recuerda que el flujo de efectivo en un negocio es el rey.
Si tienes que empezar a administrar comienza por ahí. Observa, estudia, planea, organiza, implementa, controla y dirige en la mejor medida de lo posible estos tres procesos clave y los relacionados. Si no tienes tiempo o no puedes o no quieres aprender esto, contrata especialistas en el tema para que te ayuden a ordenar tus procesos clave. Sin ellos, aunque exista demanda, no podrás tener calidad y productividad y tu imagen ante el mercado no será buena y limitará tus ingresos, utilidades y crecimiento.
Conforme comienzas a tener clara la necesidad ordenar los procesos clave, te darás cuenta que para hacerlo eficiente y efectivamente requerirás de los procesos de apoyo. Y eso lo platicaremos en la siguiente publicación.