En algunas lecturas e interacciones, recientes y pasadas, en más de una ocasión me encuentro la sugerencia de confiar en la intuición para la toma de decisiones. Y parece una sugerencia interesante en el sentido de que la respuesta «está dentro de ti».
Como una persona lógica, he encontrado un conflicto con algunas «muestras de intuición», sobre todo cuando vienen acompañadas de la frase: «Yo creo, que esto es o debe ser». Alguna vez leí por ahí que «la persona que cree es aquella que tiene flojera de pensar«.
No sé si sea cierto o no, sin embargo, me entra la inquietud de explorar la función y el valor de la intuición.
Buscando una definición de intuición en internet, aparece lo siguiente:
- Habilidad para conocer, comprender o percibir algo de manera clara e inmediata, sin la intervención de la razón.
- Conocimiento, comprensión o percepción inmediata de algo, sin la intervención de la razón.
Aquí vemos que parte del encanto de la intuición es que no interviene la razón, o como yo lo entiendo, el pensamiento. ¿Es acaso el uso de la intuición una postura floja?
En Wikipedia encontramos respecto a la intuición que:
Algo interesante de esta última frase es la parte del conocimiento o información con experiencias previas. Y sobre ello quiero construir una reflexión sin caer en una discusión filosófica o psicológica que estaría fuera de mi competencia.
Una frase que leí hace tiempo, en algún lugar, era que:
Esta para mí ésta una expresión muy poderosa, y a la vez peligrosa. Tiene que ver con un estado de Competencia Inconsciente. Que es cuando una persona sabe algo, aunque ya no sabe porqué. Es el nivel experto por así decirlo. Sabe tanto desde hace tanto tiempo que se le hace difícil explicarlo. A lo ojos de los demás es capaz de entender y tomar decisiones de manera correcta sin un aparente uso de la razón. Esto dado a que es un proceso esencialmente inconsciente.
Yo comulgo con este enfoque de la intuición. Si yo tengo mucho conocimiento y experiencia en un tema, y veo algo que está fuera de lugar, rápidamente lo detecto, es algo casi «mágico», aunque en realidad es el resultado de años y años de experiencia. Esa, para mí, es la verdadera intuición.
Ahora supongamos un escenario, nuestro aprendizaje no estuvo basado en buenos principios, ni en un buen conocimiento, hasta cierto modo fue casualidad y no causalidad lo que vivimos y nos hemos formado una idea errónea de cómo son las cosas. Basarnos solo dicha intuición nos llevaría a, de manera inconsciente, tomar malas decisiones o realizar malos juicios sobre una situación. ¡Y además no podríamos explicarlo! Para mí este es el gran peligro.
Mi reflexión es que basar nuestra decisiones en la intuición solo es conveniente cuando dicha intuición, que es la experiencia destilada de muchos años y conocimiento, está basada en una buena experiencia y en buen cuerpo de conocimientos. De lo contrario nos ponemos en una situación bastante vulnerable e incómoda.
La mayoría de nosotros tiene una «sensación» de que algunas cosas no están bien y debemos escuchar a nuestra intuición, aunque no solo para decidir, sino para esforzarnos en conseguir más información y con ella realizar una evaluación más racional de las cosas antes de proceder.
Si tenemos la certeza (y ¿alguien podría tenerla al 100%?) de que nuestra experiencia está basada en buenos fundamentos, podríamos confiar ciegamente en ella. Yo creo que es mejor desarrollar un pensamiento crítico y combinarlo con nuestra experiencia destilada para contar con un proceso robusto de toma de decisión.
A mí, si algo no me late, porque mi intuición así lo dice, es solo una señal para buscar información e iniciar el proceso de pensamiento. Y si decido algo, intuitivamente, busca poder conectar las ideas que expliquen por qué lo he decidido así. Exploro el fundamento y el conocimiento subyacente. No quiero ser flojo a la hora de decidir. ¿Cuál es tu reflexión al respecto?