Posiblemente, hayas escuchado en algún momento el principio de Pareto del 80-20 que dice que el 80 por cierto de la riqueza está concentrada en el 20 por ciento de la población.
Ese principio se ha adaptado en el mundo de la calidad para mencionar que el 80 por ciento de los defectos en una producción está integrado por el 20 por ciento de las causas y otras interpretaciones similares.
A finales del año pasado, en una reunión internacional de los que somos socios voluntarios, a nivel mesa directiva, en una asociación profesional conocí la teoría del 90-9-1.
Esta regla, aplicable a redes sociales o comunidades en internet dice que:
- 90% de los miembros de una comunidad solo andan de «mirones» con lo que se publica.
- 9% de los miembros contribuye esporádicamente (con un 10% del contenido).
- 1% de los miembros contribuye con el 90% del contenido
Basado en ello, en la asociación reflexionaban con nosotros que al parecer, respecto a las buenas prácticas promocionadas y las aportaciones en conocimiento de la sociedad:
- 90% de las empresas en las que colaboran los socios a nivel mundial se entera de esas buenas prácticas.
- 9% de las empresas las implementan.
- Solo el 1% de las empresas las implementan con resultados positivos.
Y esto me dejó pensando, tanto las organizaciones como nosotros mismos a nivel personal profesional recibimos una enorme cantidad de información, conocimiento, cursos, etc. Pero ¿cuántos de nosotros lo implementamos? Y ¿cuántos de nosotros logramos un resultado positivo?
Tras 20 años de participar en procesos de entrenamiento y capacitación, como instructor o facilitador de aprendizaje, sé que muchas personas «solo van a calentar la banca». Jamás implementarán nada de lo visto.
A otros los mandan a prepararse, pero al regresar a sus áreas no hay revisión de lo aprendido ni tampoco hay iniciativas para aplicar lo aprendido. Otros lo aplican sin buenos resultados.
Ahora que comienza el año, creo que vale la pena preguntarnos a nosotros mismos, si queremos ser, como profesionistas, del 90% de los que recibe información y no hace nada, o queremos ser del 10% que sí lo implementa. Y aún mejor del 1% que logra resultados.
Mucho se habla de la ejecución.
“Lo que mantiene a un negocio delante de la competencia es la excelencia en la ejecución.”
Tom Peters
De hecho, el tema de darle importancia a la ejecución no es nuevo.
Saber no es suficiente; debemos aplicar. Querer no es suficiente; debemos hacer.
Goethe
Así que ahora que comienza el año, y dado que al ser humano nos gustan los ciclos, creo que es buen momento para reflexionar y comprometernos a ser de los que aplican lo que saben que debe hacerse y obtiene resultados.