En días pasados, mi hermana envió al chat familiar unas ecuaciones aritméticas con las que ella y mi sobrino estaban teniendo problemas. Después de recordar un poco sobre el tema, logramos entender que debía hacerse.
En ese momento caí en la cuenta que en más de 25 años de haber terminado la carrera de ingeniería, jamás he utilizado el conocimiento necesario para resolver una ecuación. Fue algo bueno saberlo para apoyar a la familia, aunque no ha sido algo necesario en mi vida laboral, profesional y personal.
En estos días de cuarentena, mis clientes me han solicitado dar cursos en línea, que normalmente duran entre 4 y 8 horas, en sesiones o pláticas de máximo 2 horas. Esto impone un serio reto y a la vez la necesidad de priorizar. Y aunque se considera que todo lo que se ve en los talleres es importante, he tenido que filtrar aún más.
En el pasado, estudiando sobre el desarrollo de materiales para entrenamiento en línea me encontré con una expresión que decía que a la hora de diseñar el material es fundamental «diferenciar lo que es necesario saber y lo que es bueno saber«. (Need to know vs. Good to know).
- Lo necesario es aquello sin lo que no podrás estar. Es fundamental para realizar las tareas del día a día.
- Lo bueno es aquello que complementa lo que sabes que es necesario. Son cuestiones deseables que te dan un mayor panorama, posiblemente te ayuda a mejorar. Pero no afectan tu día a día.
Hace muchos años, cuando laboraba en la industria de autopartes, implementamos un sistema de gestión de calidad (QS-9000, hoy el TS-16949). Para resolver la necesidad de que la gente fuera competente y poder demostrarlo, y las restricciones de tiempo, ideamos establecer en los descriptivos de puesto, las competencias necesarias y las deseables.
Estos días de cuarentena, de restricción laboral, económica y de tiempo, me han puesto a recordar lo importante que es centrarse en lo importante. Y no hay nada más importante que lo necesario.
Creo que como empresarios, directores, gerentes y especialistas, debemos hacer un esfuerzo consciente y permanente por distinguir lo necesario de lo bueno. Si tenemos tiempo, dinero y recursos limitados, como en estos momentos, debemos abocarnos a lo estrictamente necesario.
¿Estás diferenciando entre las actividades, recursos, inversiones, mejoras y otros elementos necesarios en tu negocio? ¿Estás evitando centrarte y gastar preciosos recursos en lo bueno y deseable? Creo que es un punto interesante para reflexionar.