Tengo que aceptar que nunca me sentí particularmente atraído por el estudio de la historia. Sin embargo, desde la pandemia, he venido dedicando tiempo a leer temas como historia, economía, filosofía y otros ajenos a mi especialización y campo de trabajo.
En un libro que estoy leyendo sobre la historia de las sociedades (Jared Diamond 1997), se explora el tema de por qué algunas culturas y pueblos desarrollaron tecnologías y conquistaron a otros en vez de que fuera al revés. El libro se va muy atrás en la historia hasta los primeros pobladores que integraban grupos de cazadores y recolectores, lo cual prevaleció durante mucho tiempo en la historia del ser humano.
Lo curioso es que, en esas épocas, los humanos no tenían tiempo para crear o mejorar, esto debido a que su primordial preocupación era obtener alimento. Día tras día, el objetivo era o recolectar alimentos o cazar animales para obtener alimento. Esto es un esquema muy duro, ya que desde el amanecer hasta el anochecer, el grupo debía dedicarse solo a ello. Una tarea física muy demandante. Por eso, al principio los grupos humanos eran muy pequeños.
No fue hasta que en algún momento de la historia el ser humano comenzó a domesticar ciertas plantas que pudo generar excedentes de alimentos. Estos excedentes permitieron varias cosas:
- El crecimiento de los grupos humanos.
- El poder tener animales domésticos, antes no había como mantenerlos alimentados.
- El surgimiento de los oficios y las artes. Al no tener que dedicarse a proveer de alimentos, la gente pudo aplicar su intelecto y habilidades a otras cosas.
El crecimiento de los grupos humanos derivó en la necesidad de una mayor y mejor organización, así como de un liderazgo y una jerarquía, esto dio nacimiento a las clases gobernantes y burocráticas que se encargaron de asegurar el alimento para todos, los recursos para el crecimiento y eventualmente la seguridad (creando las clases militares).
Con esto podemos ver que quienes procuran el alimento, no están en posibilidades ni de crear arte, tecnología ni de gestionar las cosas. Simplemente estarían muy ocupados y cansados para hacerlo.
Esto se conecta de manera muy interesante con el mundo de la gestión empresarial. En el medio existe el caso Toyota como una empresa con una muy fuerte cultura para la mejora continua. Históricamente, los japoneses generaron los llamados círculos de calidad que dieron pauta en occidente a copiar la práctica y buscar que el personal de primera línea se dedicara a la mejora. Esto no funcionó al 100%, la razón es simple: no pueden operar y producir al mismo tiempo que se realiza la mejora y mucho menos la innovación.
El estudio del caso Toyota (Mike Rother 2010) ha encontrado que solo el 10% de la mejora se realiza, de manera voluntaria, por los trabajadores de primera línea mediante círculos de calidad. El resto se realiza por los líderes de equipo, producción, staff de supervisores e ingenieros como parte de sus funciones diarias.
Es más que obvio llegar a la conclusión de que dichos líderes, supervisores e ingenieros al no tener que estar produciendo (recolectando y cazando) pueden dedicar tiempo a la mejora. Esto es, ellos son mantenidos por la primera línea para tener tiempo para pensar y hacer lo que los primeros no pueden. Para mí el entendimiento de que es algo natural en la historia del ser humano tener claro que o producimos (generamos alimento) o mejoramos (desarrollamos tecnología, artes, etc) es fundamental para cualquier empresario, mando o gerente. Ciertamente las pequeñas empresas quieren que la gente haga de todo, pero los emprendimientos buscan al principio solo sobrevivir, como los pequeños grupos de cazadores y recolectores. En ese momento no hay tiempo para sistemas, burocracia ni mejora. Hasta que no se generen los excedentes de recursos (generalmente financieros) que permitan tener un grupo de gente “no operativa” que pueda dedicarse a la mejora, todos los esfuerzos irán al fracaso. De igual modo, las empresas medianas y grandes que “por ahorrarse” algunos recursos quieren que el personal operativo produzca y mejore la operación se encontrarán con fracasos y frustración.
El crecimiento de las sociedades dependió de poder “financiar” a las clases artísticas, intelectuales y gobernantes quienes crearon los sistemas, métodos y tecnologías para dicho crecimiento. Al igual, las empresas no puede poner todo en manos de un solo grupo, tienen que tener claro que hay que generar recursos y destinar recursos a la mejora y que son justamente esos “mandos medios y especialistas” quienes tiene el peso, con apoyo de la alta dirección, para realizar las mejoras de la mano del personal de primera línea.
Al final todo se conecta y lo importante es entender que la gente no puede chiflar (producir) y comer pinole (mejorar la operación) al mismo tiempo, como dice el dicho mexicano.