No se vio el eclipse


Al menos en mi región estuvo nublado y lloviendo. Seguramente algunas personas se llevaron una decepción al no poder observar el fenómeno en vivo (a pesar de que podemos hacerlo por medios digitales).

Sin embargo, era algo que podía pasar, no podíamos controlar el clima, pero si podíamos haber anticipado la probabilidad de que ocurriera el hecho de no poder observar. Se dice que un riesgo es un evento, que predecible o no, tiene un resultado incierto.

Pudo haberse nublado o no, existía una probabilidad, y si se nublaba podría haberse visto el eclipse o no (suponiendo un pequeño hueco entre las nubes). El riesgo existía, pero muchos no lo anticiparon y se decepcionan.

Así pasa en las empresas, planeamos cosas, pero a la mera hora no suceden como queríamos. Nos decepcionamos. Nos frustramos. Pero lo que deberíamos haber hecho es anticipar los riesgos posibles (no se pueden todos, los que sea posible) y plantear acciones contingentes en caso de que sucedan. Anticipar riesgos no es algo «natural» en mucha gente y, en ocasiones, requerimos de procesos y metodologías en las empresas para «forzarnos» a considerar esos riesgos.

Una situación que me he encontrado a lo largo de los años es la frustración de empresarios y directivos porque su gente no anticipa, su gente no visualiza riesgos, su gente no crea planes contingentes. Pero visualizar riesgos es una competencia, requiere de conocimiento, habilidad, práctica y experiencia. Así que te invito a comenzar a pensar con enfoque hacia los riesgos, no es opción para ejecutivos, mandos y gerentes. No te vaya a pasar que en una reunión tengas que decir…»Es que no se vio el Eclipse»….y tu jefe te responsa «¿Por qué no lo anticipaste?».

P.D. Por mucho que queramos anticipar, siempre existirá el tema de la incertidumbre y eventos «nivel cisne negro» (piensa en la pandemia) que ningún mecanismos los pudo anticipar. Para esos no se puede hacer gran cosa. Pero para todos los demás sí.