Leyendo el libro Factfulness de Hans Rosling el argumenta que tenemos una visión distorsionada de la situación actual del mundo.
Al inicio del libro realiza un pequeño test de 13 preguntas sobre diferentes aspectos relacionados como la salud y riqueza en el mundo. Él menciona que invariablemente, donde aplique las preguntas, en cualquier país, en cualquier nivel socio económico y cultural, los resultados son los mismos. La gente en promedio solo saca 2 de 13 preguntas correctamente (yo saqué 3 bien).
Rosling argumenta que hay un cierto nivel de ignorancia sobre la situación en el mundo y es un problema sistemático. Lo cual es grave si eres político, generador de políticas públicas o inclusive un empresario. Tus decisiones están basadas en una percepción errónea del mundo. Parte del argumento es que nosotros, pues no conocemos todo el mundo y pensamos que, en general, es cómo nos ha tocado vivir a nosotros en nuestro lugar de residencia (de ahí que viajar ilustra, pues nos abre la mente y ajusta nuestra percepción de las cosas a algo más realista). Otra parte del argumento tiene que ver con el hecho de que la mayoría de nosotros tiene una visión general del estado del mundo según lo que nos enseñaron nuestros maestros de cómo ellos percibían el mundo.
De lo anterior resulta que muchos de nosotros tenemos una visión del mundo tal vez 15-20 años obsoleta. Las cosas ya cambiaron. Esto me recordó las palabras de Peter Drucker, el guru de la administración contemporánea sobre «el futuro que ya sucedió». Y sí, de acuerdo con los datos que muestra Rosling, extraídos De fuentes de información confiables a nivel mundial, estamos mucho mejor de lo que pensamos.
Todo esto me dejó pensando, ¿cuánto de lo que nosotros creemos sobre cómo debe ser la gestión de empresas, el liderazgo, la motivación de la gente, los procesos de aprendizaje en adultos y demás que afectan nuestra vida diaria está basado en conocimiento obsoleto?
A lo largo de los años he ido aprendido que cosas que a mí me enseñaron en donde trabajé, en los primeros años recién salí de la carrera, ya no está vigente. He descubierto que cosas que nos enseñaron de pequeños como la pirámide de los alimentos, está obsoleta. Inclusive he encontrado información muy interesante que dice los cursos y capacitación no son lo más importante para lograr que la gente haga bien las cosas en las empresas. Y sin embargo, lo anterior es un conocimiento prevalente dentro del medio. Capacita, capacita, capacita, pero no va 100% por ahí.
Ciertamente, los fundamentos que no cambian tan seguido y la historia de las cosas es importante, para tener principios fuertes y no cometer los mismos errores. Sin embargo, si no actualizamos nuestro conocimiento a lo que sucede realmente hoy, podemos tener una sería distorsión sobre cómo son las cosas.
Por ello me gusta leer, tanto libros históricos como actuales, tanto libros académicos como los escritos por los practicantes de los temas en las empresas. También me gusta escuchar a los practicantes actuales de diferentes disciplinas para ver cómo ya las cosas cambiaron. Estoy convencido, que no hay nada más importante que cuestionar nuestro conocimiento y adoptar los mecanismos de actualización de los mismos para evitar quedarnos atrapados en el pasado y que ello nos lleve a tomar decisiones basadas en información obsoleta sobre cuestiones actuales.